El sonido de los tambores que tocaron los niños y las niñas de Zestoa en la tamborrada infantil puso este viernes un más que brillante colofón a las fiestas de Santa Cruz. La multitudinaria, colorida y animosa marcha de este viernes demostró que la tamborrada de mayores de Zestoa tiene relevo.

Tamborrada

Muchos de los niños y niñas que recorrieron las calles de la localidad estarán dentro de unos pocos años participando en la tamborrada que anima Zestoa la víspera del día de Santa Cruz, tal y como sucedió la noche del pasado jueves. Acompañadas por las txarangas Zumai, Ustekabe y las bandas de música de Zestoa y Azpeitia, las compañías Ipintza, Lauiturri, Aldrebesak, Atabal, Trapuzarrak, Zitxontarrak, Gure Txokoa y Gaztetxe volvieron a reeditar la celebración que un entusiasta grupo de vecinos de Zestoa llevó a cabo por primera vez el 3 de mayo de 1930 con la finalidad de dar brillo a las fiestas de Santa Cruz, marcando de este modo el inicio de una larga andadura en el tiempo que se encamina paulatinamente hacia su primer siglo de historia.

Los cabezudos girando en torno a los banderas en el alto junto a la cruz de Zestoa.

De hecho, la tamborrada de Zestoa tiene a gala ser una de las más antiguas de las que hoy en día se celebran en Gipuzkoa. La pionera de todas ellas está en la tamborrada de Donostia que, según señalan algunas fuentes, se celebró por primera vez en los años 30 del siglo XIX. Posteriormente fueron llegando otras, como las de Irun (1919) y Hondarribia (1920), hasta que Zestoa se animó a sumarse a este selecto grupo con la tamborrada del año 1930.

La carroza de este año, diseñada por Bihotz Uzkudun, cerró la colorida marcha..

Aquella primera edición tuvo como protagonista a una carroza hecha de cartón y madera dedicada a la cruz de Zestoa. Un grupo de cantineras y vecinos ataviados con trajes de la popular firma donostiarra Casa Angelita, portando tambores prestados por tamborradas de otras localidades, acompañaron a la carroza al ritmo de las piezas interpretadas por la Banda de Música de Zestoa para deleite de sus convecinos.

Aguas minero-medicinales

De hecho, la puesta de largo y la presentación de la tamborrada constituyeron un éxito tal que el 31 de agosto de aquel mismo año volvió a celebrarse de nuevo como un atractivo más para los turistas que acudían a Zestoa atraídos por la bondad de sus aguas minero-medicinales.

La segunda edición se llevó a cabo en 1931 y tuvo como protagonista una carroza presidida por una gran botella que ponía en valor las aguas del Balneario de Zestoa. La celebración se mantuvo varios años más, hasta que la Guerra Civil se cruzó en su camino. Tras ese parón, la tamborrada retornó con nuevos bríos y se ha mantenido así hasta nuestros días, tal y como hubo ocasión de comprobar la noche del pasado jueves.

Otra fecha señalada en la historia de la tamborrada de Zestoa es la de 1947, año en el que se fundó la sociedad Gure Txokoa. Esta sociedad fue la impulsora de la tamborrada infantil que recorrió este viernes por la tarde las calles de Zestoa. La primera edición contó con la participación de una veintena de niños pero, poco a poco, su número ha ido creciendo hasta dar forma a la vistosa tamborrada que cientos de personas tuvieron ocasión de disfrutar este viernes por la tarde en Zestoa.

Fiestas en Ibañarrieta

Las fiestas de Santa Cruz van a tener también presencia en Ibañarrieta a lo largo de este fin de semana. Este sábado, a las 20.30, los vecinos de este barrio zestoarra se reunirán en torno a la mesa para disfrutar de una cena en la sidrería Ekain. Las celebraciones continuarán el domingo con un oficio religioso en la ermita del Santo Cristo a las 12.00. A su conclusión habrá oportunidad de probar puntería con el juego del sapo.

Ya por la tarde, será el turno de la magia con la actuación del mago Iago a las 17.00, paso previo a un festival de herri kirolak que comenzará a las 18.30 y contará con la participación de los levantadores de piedra Jon Unanue Goenatxo III, y Xabier Aranburu, Guzta, y los aizkolaris Mikel Larrañaga y Eneko Otaño.