Donostia es una ciudad en la que conviven cada vez ciudadanos y ciudadanas de un mayor número de países.

Según los datos del pasado año, casi 100 nacionalidades (97) están presentes en San Sebastián, aunque en porcentajes muy diferentes, desde los 2.514 hondureños y hondureñas a las cinco personas llegadas de Azerbayán, mismo número que las que proceden de Sudáfrica, Palestina y Etiopía.

A Honduras le siguen, por este orden, Nicaragua, Colombia y Marruecos. En quinto lugar se hallarían las ciudadanas y ciudadanos llegados de Italia, 1.049 frente a los 1.003 que se registraban en 2022, una subida del 4,59%.

Pero son las personas que residen en Donostia procedentes de Colombia las que aumentan más, pasando de las 1.498 de 2022 a las 1.761 de 2023, un incremento del 17,56%.

En 2022, a causa de la invasión de Rusia a Ucrania, la llegada de personas que huían del horror de la guerra hizo que 861 ucranianos y ucranianas llegaran a la capital de Gipuzkoa, aunque un año después la cifra descendiera a 788, una bajada del 8,48%, ya que muchos decidieron volver a su país.

Se reduce en número de personas de Ucrania empadronadas en Donostia

En un año, de 2022 a 2023, también subieron en un 23,60% las personas procedentes de Perú, en un 12,47% las y los argentinos y en un 15,17% los procedentes de Pakistán.

Bajan en un 13,45% los que dejaron atrás Bulgaria y en un 11,11% quienes en su momento decidieron abandonar El Salvador.

Este año en total hay 19.316 personas extranjeras censadas en la capital guipuzcoana, lo que supone un 10,2% del total, una cifra que ha aumentado respecto al pasado año, cuando era del 9,75%.

Pero las personas nacidas fuera del Estado son más, ya que muchas han obtenido la nacionalidad española. El total de personas nacidas fuera del Estado español asciende a 28.139, es decir, el 14,5% del total. 

Sea cual sea el porcentaje, estas no son más que cifras que esconden realidades muy diversas y situaciones vitales muy diferentes.

Un ejemplo. En el caso de Honduras son 1.500 las mujeres empadronadas en Donostia, frente a los 1.014 hombres. La diferencia es aún mayor en el caso de Nicaragua: 1.271 mujeres y 704 hombres. Son las mujeres en estos casos las que en mayor número abandonan su país para trabajar, en muchos casos en el cuidado de personas mayores, para proceder después a reagrupar la unidad familiar.

Edades 

Lo que es incontestable es que Donostia no es una ciudad joven. El pasado año Donostia contaba con una población de 189.093 habitantes. Sube respecto a 2022, cuando el padrón sumaba 188.743 habitantes. El incremento es aún más notable respecto a 2021, tras la terrible irrupción del covid, cuando la población de Donostia bajó a los 187.847, frente a los 188.104 del año anterior.

Varias personas mayores conversan mientras pasean en Donostia Javier Colmenero

La franja de edad que abarca a un mayor número de personas es la que oscila entre los 55 y los 59 años, con 14.330; seguida de la de entre 50 y 54, con 14.226 y la de 45-49, con 14.144. Las personas de entre 60 y 64 años son 14.023, y las de entre 20 y 24, 10.102.

En 2023 solo se contabilizaban en la ciudad 5.867 niños y niñas de entre cero y cuatro años, muchos menos que las personas de entre 80 y 84 años, 6.637. 

En Donostia residen, además, 116 personas centenarias.

La fotografía de la ciudad es esa y el envejecimiento de la ciudadanía preocupa, y mucho, a las administraciones. 

La población migrante es la que, en gran medida, está evitando que este proceso sea incluso más acelerado.

Porque en 2024 Donostia ha alcanzado por primera vez la cifra de 193.093 habitantes gracias las personas llegadas de otros países.